viernes, 18 de febrero de 2011

¿Porqué me identifico con Florence Cassez?

Para cualquier ciudadano común que no se dedica a la delincuencia, el hecho de haber estado en un Reclusorio de manera injusta, es razón suficiente.

Cuando un policía judicial te mira fijamente a los ojos en un juzgado del Reclusorio Norte –y tú tras las rejas en medio de otros reclusos, acostados fumando mariguana mientras esperan su audiencia- y te dice con absoluto cinísmo que estuviste en un lugar que no conoces, no puedes sino sentir rabia e impotencia.

Cuando pides al secretario de acuerdos que se muestren los videos que tomaron mientras realizaban el operativo para que se pruebe que tú no estuviste en el lugar de los hechos, y así  se demuestre tu inocencia y no se haga nada al respecto, no se puede sentir sino un deseo de venganza por la brutal injusticia de la que eres víctima.

Cuando los judiciales que te detuvieron arbitrariamente y sin justificación, te señalan como parte de una banda, cuando ni siquiera has visto en tu vida al resto de las personas que están en un cuarto del llamado “Bunker” de la PGJDF , no puedes sino sentir rabia e impotencia. Por eso ya no le creo a las imágenes que veo en los noticieros en las que aparecen varios tipos al tiempo que un funcionario de las instituciones de “justicia” dice que son parte de una banda.

Cuando te enteras después de tu salida del infierno del Reclusorio que desde tu detención las víctimas no te reconocieron como culpable, pero que aún así las autoridades te enviaron a un Reclusorio, no puedes sino sentir rabia e impotencia.

Cuando recuerdas la declaración que te tomó una representante de Derechos Humanos, y le insistes que te subieron a una patrulla de judiciales sólo porque se les dio la gana, mostrándote su arma y sólo te dice la representante…”ok, no se preocupe, lo vamos a ver” y al final te trasladan a un Reclusorio donde todos los días tienes que;  literalmente, tratar de mantenerte vivo, no puedes sino sentir rabia e impotencia.

Cuando te dicen tus familiares que el sacarte del Reclusorio te costó casi 80 mil pesos que fueron repartidos entre el Juez, el secretario de acuerdos, abogados y no sé cuántos más…no puedes sentir sino asco y coraje hacia las instituciones de “justicia” de México.

Cuando se te acercan 3 tipos en el patio de la zona de Ingreso del Reclusorio Norte a las 5:00 am y te miran con una agresividad infinita y tienes que defenderte para no perder tus zapatos, no puedes sino sentir deseos de que a todos los que forman el sistema de “justicia” de México estuvieran ahí en lugar tuyo.

Cuando tienes que buscar entre los botes de basura del Reclusorio Norte, para que con el fondo de una botella de plástico de una Coca Cola, puedas improvisarte un recipiente para recibir la comida preguntándote cada 5 minutos: “¿por qué estoy aquí si soy inocente?”… no puedes sino sentir que TODO el sistema de Justicia de México…¡es una basura!

¿Por qué no habrían de haberle hecho lo mismo a una ciudadana francesa? ¿Por qué habría yo de creerles a las mismas autoridades que aún siendo yo inocente me enviaron a las infernales celdas de un Reclusorio?

De todo corazón te deseo que jamás pases por una pesadilla así.

Por todo lo anterior, estimado lector, le otorgo el justificado beneficio de la duda a Florence Cassez. Por todo lo que acabo de narrar, creo que existe una razonable posibilidad de que la francesa sea inocente.

Si nunca has sido víctima de una brutal injusticia como la que te acabo de describir, muy probablemente no puedas ponerte en mis zapatos…o en los de Florence Cassez y sigas convencido de que nuestras autoridades son incapaces de fabricar pruebas y que son un ejemplo de ética y transparencia.

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1 comentario:

  1. Mark, leer tu vivencia me hizo estremecerme porque aunque no nos conocemos en el mundo real, twitter nos ha brindado la oportunidad de conocer nuestras ideas... leer la opinión que tienes del llamado sistema de (procuración e) impartición de justicia -creo- es justamente descrito por alguien que vivió en carne propia lo que luego nosotros los abogados vivimos desde el otro lado. Te confieso que al iniciar mis estudios de licenciatura me atraía el ejercicio del Derecho Penal pero desde el momento que pude conocer la realidad del ejercicio de dicho Derecho, mejor me hice a un lado y cambié de timón hacia otra rama del Derecho que me apasiona: el Derecho Constitucional, aunque la teoría penalista me sigue atrayendo pero saber como se manejan las cosas en la práctica es muy lamentable... tu testimonio se suma a "Presunto Culpable" y al de cientos o quizá miles de personas que han padecido las injusticias del sistema de justicia mexicana, que de hecho ya desde la antigua Cárcel de Belen y principalmente en el tristemente célebre Palacio Negro de Lecumberri se empezaban a tejer historias de esta naturaleza. La sociedad se indignará ante el documental que hoy se estrenó en los cienes y también al conocer historias como las tuyas pero si desde la clase política no hay un verdadero deseo de cambiar el sistema derivado de las leyes en la materia, todo quedará como mera anécdota y seguiremos en el país en donde no pasa nada... así que esperemos que cada uno de nosotros, los gobernados tenga el deseo de ser mejor y construir un México mejor para nuestros hij@s o niet@s y evitar a toda costa ser una... Sociedad Fallida.

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